Erradicar la pobreza en todas sus formas y en todas partes

Una de cada cinco personas de las regiones en desarrollo aún vive con menos de 1€ al día. Es necesario ser consciente de que la pobreza no es únicamente la falta de ingresos, sino que va más allá de este hecho; entre sus diferentes maneras, se incluyen el hambre y la malnutrición, el acceso limitado a la educación y a otros servicios básicos, la discriminación y la exclusión social. Como seres humanos, nuestro bienestar está vinculado al de las demás personas. El aumento de la desigualdad es perjudicial para el crecimiento económico y socava la cohesión social, lo que incrementa las tensiones políticas y sociales y, en algunos casos, impulsa la inestabilidad y los conflictos.