Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles

Es necesario reconsiderar la manera en que diseñamos las ciudades, promoviendo un urbanismo y una edificación más eficientes, una energía renovable, un transporte público y un uso de medios no motorizados. Cada día tomamos miles de decisiones que afectan a nuestro entorno: cómo nos desplazamos, cómo usamos la energía para mantener temperaturas óptimas, cómo consumimos alimentos, a dónde van nuestros residuos, así como la importancia de las zonas verdes y del cuidado de parques y jardines. Los problemas a los que se enfrentan las ciudades se pueden vencer de manera que les permita seguir prosperando y creciendo y, al mismo tiempo, aprovechar mejor los recursos y reducir la contaminación y la pobreza.