Garantizar la disponibilidad de agua y su ordenación sostenible, así como el saneamiento

La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial. La carencia de recursos hídricos, la mala calidad del agua y el saneamiento inadecuado influyen negativamente en la seguridad alimentaria, las opciones de medios de subsistencia y las oportunidades de educación para las familias sin recursos. La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, recrudeciendo así el hambre y la desnutrición. Las enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento siguen estando entre las principales causas de fallecimiento de menores de 5 años; más de 800 mueren cada día por enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene.